Es una de las tendencias más fuertes del 2015 en fitness. Las celebridades ya se hicieron eco y no dudan en desafiar la gravedad. Aquí te contamos todo sobre esta nueva manera de estar en forma.
Mantener el estado físico y descargar el estrés de la vida diaria hicieron del yoga la disciplina favorita de las celebridades más populares, como Julia Roberts, Demi Moore o Madonna, que se ven increíbles con el paso del tiempo. Sin embargo, muchas no se conforman con las clásicas posiciones sobre la colchoneta. Fue así que actrices como Gwyneth Paltrow o Natalie Portman subieron la apuesta y se sumaron al aerial yoga o yoga antigravedad: esta variante creada por Christopher Harrison -gimnasta y coreógrafo de Boroadway- que se consolida a pasos agigantados.
La novedosa disciplina consiste en combinar ejercicios inspirados en yoga tradicional, danza, gimnasia acrobática y pilates, con técnicas de suspensión en el aire. Para esto, se utiliza una hamaca de tela elástica como soporte, desde la cual se realizan las distintas poses que indica el instructor.
La idea es que con este «estado de suspensión» se libere presión de la espina dorsal y de las articulaciones, mejorando nuestra flexibilidad y postura, además de ayudar a la circulación de sangre. En el proceso, los abdominales se fortifican.
Los profesores aseguran que no hay demasiadas contraindicaciones, aunque desaconsejan esta disciplina (sobre todo por las posiciones invertidas, balanceos y volteretas) a mujeres embarazadas, personas con hipertensión, glaucoma o vértigo. Salvo estas excepciones, la clase de una hora de duración es muy segura, entretenida y apta para todo público: sólo hay que animarse.
Algunos beneficios del Aerial Yoga o Yoga antigravedad:
Es un ejercicio completo: Se tonifican todos los músculos del cuerpo, a la vez que se mejora la flexibilidad y se libera tensión en zonas conflictivas a nivel físico (como las cervicales, las lumbares y el resto de las articulaciones). Por este motivo, es frecuentemente indicado para rehabilitación física.
Mejoramos nuestro funcionamiento orgánico: el aerial yoga colabora con la eliminación de toxinas a través de la transpiración, a la vez que reactiva la circulación sanguínea y ayuda a mantener una oxigenación controlada. Todo esto repercute en una piel más sana, un sistema digestivo ordenado y una mente despejada.
Cuerpo sano, mente sana: Como la mayoría de los ejercicios físicos, ayuda a combatir el estrés, con el ingrediente extra que aporta la concentración del yoga y la sensación de estar -literalmente- en el aire.
Desarrollamos habilidades: Encarar las asanas de yoga sobre las hamacas nos hace conocer nuevas posturas, mientras que mejoramos nuestra concentración, flexibilidad y equilibrio.
Mejoramos nuestro humor y confianza: Nadie duda que el yoga colabora a mejorar nuestro humor y nuestro equilibrio espiritual, a la vez que nos llena de energía. Pero hacerlo en el aire, con posturas invertidas y desafiando la sensación de altura, también incrementa la autoconfianza.