Cuando compartes una foto tuya en las redes sociales, en cierta forma estás expuesta a las opiniones de los demás. Y es por eso que el Body Shaming —hacer comentarios negativos del físico de los demás— es cada vez más común.
¿Por qué hay cada vez más Body Shaming?
El Body Shaming existe por multitud de problemáticas que se reproducen, gracias a los medios de comunicación, de manera mucho más rápida: por ejemplo, la constante crítica de las celebridades por su imagen personal —cómo se viste, si engordó, qué come, cómo le quedó el cuerpo después del embarazo—. Pero hoy en día, ya no hablamos solo de críticas a famosas que no conocemos: cada vez más criticamos y nos burlamos del físico de personas que conocemos, ya que este no se adapta a los cánones de lo que debería ser.
También el Body Shaming puede darse con uno mismo, cuando tenemos la autoestima baja y nos dedicamos a insultarnos por cómo lucimos, o compararnos con otros (“Soy tan fea comparada con esa chica”).
No hace falta decir lo que generan estos comentarios en la persona que los recibe: no solo un estigma social —es igual de horrible decirle “gorda” a una chica con sobrepeso que “anoréxica” a una chica muy delgada—, sino también depresión, baja autoestima y muchos problemas más.
¿Cómo combatir el Body Shaming?
Primero que nada, debemos cambiar la forma en que pensamos sobre el aspecto físico: cada persona es libre de lucir como prefiera, incluso si eso puede implicar un riesgo para su salud. Solo puedes hacer comentarios constructivos a personas cercanas, pero el desprecio no llevará a que cambien su actitud o decidan ser como tú prefieras.
En segundo lugar, debes rehusarte a consumir medios de comunicación que hagan Body Shaming.
En tercer lugar, evita comentarios sobre el cuerpo de otras personas y haz todo lo posible por hacer ver a los demás que tampoco está bien que los hagas.
¿Sabías qué es el Body Shaming? ¿Sueles incurrir en esta conducta?