La expresión hygge -se pronuncia hoo-gah- proviene de Dinamarca y se suele usar para nombrar todo lo que suma a que un ambiente sea acogedor: una taza de té, mantas, velas y una hoguera suelen crear una atmósfera hygge típica. Pero en los últimos tiempos la palabra traspasó el plano sentimental y bajó a tierra posicionándose en tendencias de moda y belleza. Por eso, hoy te mostramos de qué se trata el hygge aplicado al color de tinte. Sigue leyendo.
Aunque parezca difícil diferenciarla, esta tendencia se enfoca en crear mucha luz y utilizar colores cálidos -algo así como el pelo tras volver del verano-. El hygge no excluye ningún tono de fondo, funciona en los rubios más claros, pasando por los cobrizos y llegando hasta los chocolates.
Si tienes el cabello rubio o decolorado debes aplicar tonos oscuros para crear un efecto claro-oscuro con diferentes tonos. Otra versión del tinte hygge, es el castaño-caramelo con acentos dorados. Aplicar tintes cítricos -mandarina o anaranjado- está de moda y dichos tonos salen a relucir con el tinte hygge. Este tinte también luce fenomenal en la piel clara como en las más oscuras por todas las posibilidades que presenta. Lo importante es lograr un efecto degradado para resaltar tanto los tonos oscuros como los cítricos.