Durante la época de fiestas solemos comer y beber alcohol más de lo habitual -y de lo recomendable-. Y a pesar de que el organismo tiene sus propios mecanismos y órganos –el hígado, el riñón y la piel– que se encargan de desintoxicarlo, a veces esto no suele dar abasto. Por eso es recomendable acompañar ese proceso con ciertas prácticas que te contaremos a continuación.
#1 Detox de alcohol
Para curar una gran resaca no existen milagros, sí es importante reponer la fructosa, vitaminas, aminoácidos y minerales que ayuden a neutralizar las toxinas que siguen en tu cuerpo. Para esto, lo que necesitas es omega 3: pescado, chía, lino y nueces.
A la vez, no olvides el agua de coco para hidratarte, infusiones, zumos -que no sean cítricos-, plátanos, miel y avena.
#2 Detox de alimentación
Comienza por eliminar durante algunos días, los hidratos de carbono: pastas, panificados y masas. Para sustituirlos puedes aumentar la ingesta de cereales porque tienen gran cantidad de fibras y permiten la regulación del tránsito intestinal y de la glucosa en sangre. La quinoa y el cuscús son perfectos sustitutos.
Están permitidas las proteínas de origen animal –carnes de todo tipo, huevos y queso– así como frutas y verduras de estación preferentemente crudas –no papa y boniato, que no son vegetales sino tubérculos-. Recuerda que algunas frutas, como las uvas, melón y la sandía, no están permitidas por su alto contenido de azúcar.
#3 Siempre, pero siempre, ejercicio
El ejercicio va a servir de ayuda para que tu cuerpo finalmente se deshaga de los desechos y toxinas acumuladas, por lo que favorece la pérdida de peso, una piel saludable y un aumento de energía. Los ejercicios más recomendables para esto son la bikram yoga, zumba, hidrogimnasia, aeróbica, pilates y bicicleta.