La top rusa Irina Shayk, reciente portavoz global de L’oreal, portada de revistas como Harper’s Bazaar, ha conseguido gran parte de su fama por su propio Instagram.
Belleza y un cuerpo de escándalo, no hay duda, pero también una mujer de lo que podríamos llamar la raza “modelo”.
Pequeña biografía de Irina Shayk
La modelo perdió a su padre a los 14 años, y con 19 estaba abandonando Yemanzhelinsk, su ciudad natal, despues de que su hermana se quedara embarazada. La familia necesitaba dinero, y por eso ella decidió buscar trabajo en el extranjero, parando primero en París. Sin duda alguna, sus raices son muy humildes y siempre tuvo que trabajar duro.
Fue descubierta por un scout cuando acompañaba a su hermana a una escuela de belleza. Animada, se presentó a Miss Chelyabinsk, un certamen pequeño local, y ganó. Sabía que había mucha competencia, pero aún así decidió intentarlo.
Fue De Dudzeele -una aristócrata francesa y estilista- quien fue su primer contacto en París, dándole la oportunidad de trabajar con Mario Testino, y poco depsués lo hizo con Carine Roitfeld y Riccardo Tisci.
¿Por qué llama la atención Shayk?
Desde ese punto, no ha parado, y ha sido el rostro de campañas de Intimissimi, Guess, Lacoste, La Peral y L’oreal. También ha sido portada de muchas revistas. ¿La clave? Sus exhuberantes facciones -ojos verdes y grandes, labios gruesos, cuerpo curvilíneo-.
Pero no todo es físico: Irina es una mujer con carácter, que ejemplifica a la mujer fuerte y robusta, un blasón en esta industria. Su Instagram, con cinco millones de seguidores, lo demuestra. El ascenso en su carrera y su valor son fruto del esfuerzo y la ambición, y con 29 años tiene unos beneficios anuales de cuatro millones de euros.
Otro punto de referencia a tener en cuenta, es que desde siempre trabajó por su propia imagen, y no para ser conocida como “la novia de”. Esto significa que, a pesar de haber pasado muchos años al lado de Cristiano Ronaldo, su carrera es pura y excusivamente gracias a sus esfuerzos.
«Hay infinidad de mujeres que de primeras llaman la atención y cuando hablas con ellas, están completamente vacías por dentro (…) Para mí, ser considerada sexy es algo más profundo. Toda mujer, con independencia de su aspecto, puede resultar sexy«, dice Irina. Otro punto que la convierte en alguien en especial dentro del mundo de la moda.
Además, no se olvida nunca de su familia y de su lugar de origen, y cuenta muchas veces la vida difícil que les tocó vivir a todos.
Belleza exótica
Sin duda alguna, tiene unas medidas de infarto -1.78 metros y 58 kilos-, pero a diferencia de otras modelos, promueve un estilo de vida saludable. Hace deporte, corre una hora y media al día, y come de todo un poco -le encanta desayunar tortitas o macarons-.
A pesar de haber llegado tarde al mundo del modelaje -con 20 años-, lo cierto es que destaca del resto porque no se corresponde con el prototipo de modelo de mirada lánguida y delgadez extrema.
¿Te gusta la modelo Irina Shayk?