Los años pasan, pero hay formas de lograr que el proceso de envejecimiento sea más lento. Es sorprendente cómo un cambio en la alimentación puede impactar en nuestra piel: por esta razón, te mostramos los 5 ingredientes que debes incorporar a tu vida si quieres lucir joven y radiante de una manera natural.
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Los alimentos ricos en Omega 3 contienen ácidos grasos esenciales que cuidan las paredes de nuestras células, las nutren y las rejuvenecen volviéndolas plásticas otra vez. Ya que nuestro cuerpo no es capaz de generar estos ácidos es fundamental que los incorporemos a través de alimentos, como los pescados azules (sardinas, anchoas, salmón, bacalao), las nueces y las semillas de chía.
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El potasio es un mineral que mantiene el equilibrio del agua de nuestro organismo y determina nuestro Ph. La falta de potasio es, en general, causada por un consumo de sal excesivo. Por esta razón, una recomendación es cambiar la sal de mesa por sal marina ya que la primera deshidrata nuestras células y provoca la formación de arrugas en la piel. En cambio, la sal marina, produce el efecto contrario: llena nuestras células de agua y las hace más elásticas. Otros alimentos que contienen potasio son el plátano, las semillas de sésamo y el aguacate.
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El té verde es un gran aliado de la piel, gracias a sus antioxidantes que ayudan a combatir los radicales libres. Un estudio realizado en 2003 por el Dr. Stephen Hsu del Centro Médico de Georgia descubrió que el té verde rejuvenecía las células de la piel en su etapa final de envejecimiento. Sus poderes antibacteriano y antiinflamatorio ayudan a combatir el acné.
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Los aminoácidos construyen colágeno y elastina, que son vitales para una piel saludable. Las principales fuentes de aminoácidos naturales para mantener tu piel firme y elástica son las semillas, el arroz integral, los huevos, la carne y las legumbres.
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Los alimentos fermentados favorecen al intestino, que según dicen los expertos, es nuestro segundo cerebro. Un intestino sano se traduce en una piel sana. Estos alimentos aseguran la supervivencia de las bacterias buenas en lugar de las malas y de esta manera, combaten las toxinas que envejecen la piel. Algunos alimentos de este tipo son los pepinillos, el queso, el yogur y el kéfir.