Hoy en día los juguetes sexuales son algo común, incluso hay mayor libertad para hablar de ellos. Pero, aunque no lo creas, la historia de los juguetes sexuales es bastante antigua. ¿Qué estás esperando para conocerla y descubrir, así, un poco más sobre la historia de la sexualidad en occidente?
La piedra del deseo
El juguete sexual más antiguo del mundo data del año 28.000 a.C. y es el Phalus de Hohle Fels, una piedra encontrada durante una excavación en Alemania. De ella se encontraron 14 fragmentos que, unidos, tenían un aspecto fálico con unas medidas de 20 centímetros de largo por 3 centímetros de diámetro.
Le sigue a él el Olisbo de Dolní Věstonice (27.000 a.C.), encontrado en la República Checa, que ha generado mucha controversia ya que no se sabe bien si es una forma femenina estilizada o un objeto sexual. Encontrado dentro de una cueva en Gorges D’enfer (Francia), también tenemos un doble falo del 13.000 a.C.
Al fin y al cabo, parece que en la comedia de Aristófanes, “Lisístrata”, donde se habla de las desventuras de placer sexual de las mujeres cuando sus hombres van a la guerra, ya se hablaba de los olisbos, es decir, suplementos sexuales de aspecto fálico hechos en madera o cuero y que se lubricaban con aceites finos antes del uso.
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Los primeros “vibradores”
En 1880, el médico Joseph Mortimer Granville inventó un dispositivo mecánico cuyo fin era tratar la “histeria”, una supuesta enfermedad femenina que, entre otras características, incluía el mal humor. La idea era que la mujer llegara, mediante masajes con este elemento, al “paroxismo histérico”, lo que luego se identificó como orgasmo femenino.
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Esta es una breve historia de los juguetes sexuales, interesante, ¿verdad? Sin embargo, no debemos perder de vista la actualidad, donde aún sigue siendo un tema tabú el uso de juguetes sexuales en diversidad de situaciones y dentro de la pareja. ¿Qué piensas al respecto?