El ritual de la manicura es un imprescindible para las mujeres. En casa o en un salón, pero tener las manos arregladas es importante.
Si eres de las que les gusta hacerse la manicura en un salón, ten en cuenta estas señales para conseguir buenos resultados y mantener la salud de tus uñas en perfecto estado.
#1 La persona que te atiende no usa guantes y/o mascarilla
Más que por ti misma -aunque claro, sin guantes pueden transmitirse un montón de gérmenes y enfermedades-, es por la técnica manicurista. Los productos que utiliza tienen un montón de químicos que terminarán dañando su salud si se expone a diario; así que si no los usa, puedes recomendarlo.
#2 Hay mala ventilación
Si sientes que el salón huele a esmalte y acetona, es que no hay una buena ventilación, o también que los productos nunca están completamente cerrados. Esto hará que la experiencia sea desagradable, además del daño que causará a la salud de quien te atiende a largo plazo.
#3 El salón no utiliza productos no tóxicos
El DBP y el formaldehído son dos productos que están prohibidos en la Unión Europea, por lo que si los utilizan en tu salón, aunque sea en otro país, serán igual de dañinos. Los salones deben tener productos clasificados como 3-free o 5-free, lo que quiere decir que no tienen esa cantidad de productos tóxicos.
#4 Hay más personas atendiendo de las que verdaderamente tienen licencia
Sobre esto no hay mucho más que decir: si hay más empleados que licencias, algo raro hay. Ten cuidado, porque esta es una actitud poco profesional que te puede conllevar varios problemas.
Si el salón cumple con estos 4 puntos, ¡huye! Quieres una manicura perfecta y mantener tu salud, ¿no?