El trabajo más importante del iluminador es sacarle el mayor partido a tu belleza: tus pómulos parecen más elevados, la nariz más estrecha y tus labios más voluminosos. Descubre todo lo que tienes que saber sobre este producto tendencia.
¿Cómo elegirlos?
Lo primero a tener en cuenta a la hora de comprar un iluminador es el color de tu piel, ya que hay diferentes tonos de producto y éste debe ser parecido para que su efecto sea lo más natural posible. Otro aspecto importante es elegir la forma del producto, hay tes tipos de iluminadores: en lápiz, crema o polvo. Si tu piel es grasa, elige el polvo; si tu piel es mixta, escoge en polvo o crema y si tu piel es seca, te conviene el cremoso.
También es importante tener en cuanta que los cremosos tienen un acabado más mate, por lo que es mejor para usar durante el día ya que logra un efecto mucho más natural. En cambio, los iluminadores en polvo y con destellos glitter son perfectos para la noche porque son más llamativos.
¿Cómo usarlo? ¿Qué brocha es mejor?
Colocar el iluminador sobre todo el rostro es un error común: se deben aplicar solo en los puntos de luz. De esta forma lo colocaremos sobre los pómulos, debajo de las cejas, en párpados y lagrimales, en el hueso de la nariz y en el arco de cupido -la zona superior de tu labio-. Aplica tu iluminador en polvo con la brocha en forma de abanico después de los polvos de sol y del colorete. Si utilizas los cremosos o lápices, elige difuminar con tus dedos.
¿En el cuerpo también?
¡Sí! Siguiendo los principios del countouring puedes remodelar también partes de tu cuerpo. Utiliza iluminador a lo largo del hueso de la clavícula para elevarla y en tu escote, en la parte superior de los senos para definir la curvatura y potenciar su volumen.
¿También eres fanática del producto?