“¿Por qué ya no tengo ganas de entrenar?” puede que sea tu pregunta. Si eres de las que no gustan de hacer deporte y cada día te cuesta más, puede que te esté pasando algo de esto:
#1 No estás terminando bien el entrenamiento
Si una vez terminas con tu rutina te vas directo al vestuario, estás haciendo algo mal. Debes dejar tu cuerpo en una posición neutral luego de tu entrenamiento, es decir, estirar o utilizar los músculos opuestos a los que has ejercitado —por ejemplo, si has corrido, camina durante cinco minutos hacia atrás—.
#2 No te recuperas
Aunque seas muy activa, necesitas un día de descanso a la semana. Si no lo respetas, puedes estar en una meseta y no ver los resultados, ya que el estrés constante no deja crecer los músculos.
Si te sientes fatigado mientras realizas el ejercicio, tu cuerpo te está pidiendo que descanses. Escúchalo.
#3 No has elegido bien tu entrenamiento
Tal vez estés haciendo algún deporte porque te lo han recomendado o has leído que ayuda a adelgazar rápidamente. Pero si este tipo de entrenamiento no se adapta a tus gustos y habilidades, lo sufrirás. Puede ser que no te guste, que sea demasiado fácil o difícil, y eso te genera frustración, lo que te quita las ganas de entrenar.
No te pierdas: ¿Qué es el entrenamiento funcional?
#4 No estás durmiendo lo suficiente
Dormir te ayuda a repararte. Si no estás descansando bien, no solo te sentirás muy cansada para entrenar, sino que no habrás reparado tus músculos del esfuerzo. Si una noche no has dormido bien, no es problema, pero si llevas dos o tres noches durmiendo poco, no hagas ejercicio hasta recuperarte.
¿Ya has descubierto por qué no tienes ganas de entrenar? Haz los ajustes necesarios ¡y vuelve al deporte!