El entrenamiento funcional tiene ese nombre porque se ocupa de trabajar la fuerza funcional, que involucra todo el cuerpo y todos los aspectos del movimiento humano. Es decir, se centra en la fuerza que usamos para cualquier tipo de deporte y también para hacer todo lo que hacemos en el día a día.
Te contamos más, a continuación:
Cómo funciona el entrenamiento funcional
Inspirado en los métodos utilizados por las unidades militares y fuerzas especiales del ejército, permite planificar el entrenamiento a partir de habilidades cotidianas —empujar, estirar, inclinarse—, y conseguir así una pérdida de grasa corporal y un tono muscular perfecto.
Hoy en día es uno de los entrenamientos de moda: se considera un estilo de vida, y muchas veces va unido a consejos nutricionales y una terminología propia para cada tipo de ejercicio. Parte de este tipo de entrenamientos es el CrossFit, tan de moda en la actualidad.
Básicamente, es cualquier ejercicio que combine algo cardiovascular y entrenamiento de fuerza: anillas, cuerdas, cajas de saltos, barras, discos, ruedas, pelotas medicinales, pesas rusas y todo lo necesario se utiliza en este entrenamiento.
Además, es un ejercicio que generalmente engancha, ya que siempre se busca superar nuevos objetivos y se construye un potente sentimiento de equipo. Eso sí: el entrenamiento es intenso. Se puede realizar dentro y fuera de un gimnasio, y las clases van entre media y una hora de duración. La diversidad de circuitos no deja que te aburras; así como también muchos gimnasios hacen clases especiales con cambios, como luces LED, música y otras opciones que le dan un nuevo giro al entrenamiento funcional.
¿Sueles practicar entrenamiento funcional? ¿En qué modalidad?